domingo, 5 de junio de 2011

COLEGIO de RAFAEL ALBERTI







Veo los años,
Los mismos que ahora escucho volver a mí esta tarde colgados de sotanas,
Espantajos oscuros,
Henchidos como cerdos de pez muerta que fueran navegando,
Dejando tras de sí una cola de tinta goteada de esperma sucia y vómito.
Oigo cómo me invaden crucifijos,
Despiadadas penumbras de toses con rosarios y víacrucis
Y un olor a café, a desayuno seco,
Descompuesto en las bocas tibias de los confesionarios.
No es posible que vuelva este mismo paisaje,
Que reconquiste ni por un momento su sueño embrutecido de moscas,
Formol y humo.
No es posible otra vez este retrete sórdido de hábitos con eructos y sopa de tapioca.
No es posible, no quiero,
No es posible querer para vosotros la misma infancia y muerte.

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